De la adicción a la esperanza: el viaje de superación de Joselito con el apoyo de Cristo Vive
En la Fundación Cristo Vive, nuestro compromiso con la recuperación y reintegración social de personas con adicciones se ha visto reflejado en los logros alcanzados por nuestra Área Adicciones. En 2023, 38 personas lograron su alta terapéutica gracias al esfuerzo conjunto de nuestros profesionales y al programa de la Comunidad Terapéutica Talita Kum.
Entre estas historias de éxito, destaca la de Joselito Vásquez, quien nos comparte su inspiradora experiencia de lucha y redención.
Fundación Cristo Vive: Joselito, cuéntanos sobre tu vida antes de llegar a Talita Kum.
Joselito: Bueno, yo tenía una vida delictiva y un consumo problemático de drogas. Llegar a Talita Kum fue un cambio significativo. Inicialmente, no me sentía cómodo y no quería estar allí, especialmente porque pensé que era algo voluntario. Pero cuando el juez me dijo que era un mandato, consideré dejarlo todo y cumplir mi condena en prisión. Sin embargo, a los tres o cuatro meses, mi perspectiva cambió drásticamente.
¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión?
Me di cuenta de que no quería seguir consumiendo. A través de las terapias, comprendí que llevaba una vida paralela. Aunque había dejado la delincuencia en 2008 y tenía una familia, seguía siendo un adicto. Las terapias me ayudaron a entender esto y a reconocer que Dios me había dado una oportunidad. Mi consumo era severo, y sabía que estaba en un camino hacia la muerte.
¿Qué papel jugó la fe en tu proceso de recuperación?
La fe fue fundamental. Conocí a Dios en la cárcel y, aunque me aparté de ´él por un tiempo, siempre sentí que me sostenía. En Talita Kum, los terapeutas y psicólogos fueron herramientas que Dios usó para despertarme. Me di cuenta de que tenía una familia hermosa que estaba perdiendo por culpa de la droga.
¿Cómo te ayudó el proceso terapéutico a valorar lo que tenías?
Al principio, quería dejar todo, pero seguí adelante para no volver a la cárcel. Con el tiempo, puse todo en balanza y vi que tenía mucho que ganar y todo que perder. Me di cuenta de que no era para la calle, que la droga no me dejaba ver la vida maravillosa que tenía. Las terapias y el apoyo de los terapeutas fueron cruciales para mí.
¿Cuánto tiempo estuviste en tratamiento y cómo fue ese proceso?
Estuve 18 meses en tratamiento. Al principio recaí varias veces, pero poco a poco los patrones de consumo cambiaron. Me di cuenta del dolor que causaba a mi familia y decidí tomar esto en serio. Fue un proceso complicado y agotador, pero valió la pena. El deporte también fue un gran aliado; siempre he sido deportista y trotar me ayudaba a resistir el deseo de consumir.
¿Qué mensaje le darías a quienes están en proceso de recuperación?
Les diría que esto no es en vano, que su vida y destino están en juego. Es una lucha difícil, pero se puede. He pasado 22 años de mi vida preso por el consumo, pero hoy me siento feliz y en paz. He aprendido a amarme a mí mismo y a mi familia. La verdadera felicidad está en una vida sana y en una vida con Dios.
¿Cómo te sientes hoy en día?
Me siento en paz, feliz y orgulloso de haber superado mi adicción. Aunque la batalla no termina aquí, ahora tengo las herramientas y el apoyo de mi familia para seguir adelante. Invito a todos a dar esta pelea, porque el resultado es una vida verdadera y plena.
Joselito es un ejemplo viviente de que, con determinación y el apoyo adecuado, es posible cambiar el rumbo de la vida. Su historia inspira a otros a seguir luchando y a no perder la esperanza.
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